No nos cansamos de repetirlo: la cubierta es una de las zonas de la vivienda por donde más energía se nos escapa, por eso tan importante como su correcta impermeabilización está el aislamiento térmico, con el que podemos evitar la pérdida del ¡¡30% de la energía de la vivienda!!
En el mercado existen gran cantidad de materiales con propiedades aislantes que ofrecen excelentes prestaciones en construcción: las lanas minerales (de vidrio o roca), el Poliextireno Extruido, el Poliextireno Espandido, el Poliuretano, así como una amplia gama de materiales alternativos como el corcho, la madera e, incluso, la lana de oveja.
¿De qué hablamos cuando hablamos de materiales aislantes?
Un material es aislante cuando, debido a la composición de su estructura interna, es capaz de establecer una barrera al paso del calor/frío entre dos entornos que de manera natural tenderían a igualarse en temperatura. En un principio, y atendiendo a esta definición, podríamos decir que todos los materiales tienen propiedades aislantes, así que debemos especificar que cuando hablamos de aislantes térmicos nos referimos a aquellos materiales con una conductividad térmica, λ < 0,08 W/m·°C –la conductividad térmica (lambda) λ (W/mk) representa la cantidad de calor que puede atravesar el material–.
Así, podemos encontrar una amplia gama de materiales aislantes con valores de conductividad que pueden variar desde 0,032 W/mK –por ejemplo, el contenido en el sistema Tectum®-Pro) hasta los 0,038 W/mK de las lanas minerales. Un poquito por debajo de ese rango está el PIR o espuma rígida de poliisocianurato .
¿Qué es el PIR?
Gracias a su estructura de celda cerrada, este material tiene una conductividad térmica excelente de λ = 0,022 W/mK, de esta manera, podemos emplear menores espesores de aislamiento para conseguir la transmitancia térmica que venga establecida por la normativa vigente.
De hecho, el PIR es un material ampliamente empleado para el aislamiento de cubiertas planas e inclinadas, como el sistema Tectum First de BMI.
En cubierta plana se instala siempre la impermeabilización por encima, utilizando las fijaciones adecuadas y soldando de láminas correspondiente.
En cubierta inclinada se emplea en combinación con la barrera de vapor para lograr una mejor estanqueidad interior y con una lámina impermeable al agua, al viento y transpirable al vapor en la cara superior.
Es importante seguir siempre las indicaciones del fabricante para su correcta instalación, así como garantizar que se cumplan todas las prestaciones de este tipo de aislamiento térmico.